Para dar con la dirección expresiva de la pieza,
debemos tomar en cuenta tres conceptos fundamentales: el de bagatela, el de
esperpento y el de luz y sombra:
En la escena séptima de la obra, el director del diario "El Popular" declara lo siguiente
En la escena séptima de la obra, el director del diario "El Popular" declara lo siguiente
DON FILIBERTO.-
Espere usted que ¡Ni siquiera pueden ustedes hablar en serio! Hay alguno de
ustedes, de los que ustedes llaman maestros, que se atreve a gritar "¡viva
la bagatela?".¡Y eso no en el café, no en la tertulia de amigos, sino en
la tribuna de la Docta Casa!¡Y eso no puede ser, caballeros! Ustedes no creen
en nada: Son iconoclastas y son cínicos. Afortunadamente hay una juventud que
no son ustedes, una juventud estudiosa, una juventud preocupada, una juventud
llena de civismo.
Pablo Cabañas en su ensayo
denominado "¡Viva la bagatela! (examen de una expresión noventayochista)"
Expone estos puntos principales que asoman el posible significado de dicha expresión
comparando las diferentes obras y los distintos contextos en los que ha
aparecido esta frase.
En primer lugar habla de una época
en la que ocurre un hito de cambio en el que se pasa de emplear un lenguaje
funcional dedicado únicamente a una narrativa con fines educativos a usar un
lenguaje que es sello personal del autor. Sin embargo este lenguaje
individualista además es un reflejo de un lenguaje de tópicos comunes que,
asentados en el fondo del relato, revelan el meollo del asunto.
En esta época, la literatura
comienza a tener una finalidad de entretenimiento; es la época del "arte
por el arte". El arte por el arte es una corriente de fines de siglo XIX y
principios del XX que defiende la estética idealista por encima de la estética
realista; es decir: rechaza el espíritu ideológico del arte —El jardín de los
cerezos— puesto que, valiéndose de la filosofía kantiana, lo estético es
desinteresado por lo práctico.
Por esto el "arte por el
arte" es servidor únicamente del goce estético y su autor es totalmente
desentendido de los intereses colectivos; en otras palabras es un arte
meramente individualista que, en el fondo, esconde una respuesta reactiva al
arte realista propio de la Revolución Bolchevique."¡Viva la bagatela!"
de algún modo encierra eso: el enaltecimiento por medio del arte de lo que
tradicionalmente se ha calificado como una burda baratija; tal como "La
fuente" de Marcel Duchamp, que declara que "Todo lo que un artista
denomine arte, es arte".
La palabra esperpento es una
definición aparecida en el mundo del teatro a principios de siglo XX, para explicar
una deformación grotesca del
drama al punto tal que lleva al acabose. El protagonista del esperpento, en
lugar de enaltecerse con el resultado de sus acciones, se ve hundido en una
enajenación profunda que lo reduce al mínimo.
Obras como la de Valle-Inclán son un espectáculo
inquietante, pero cómico que representa la miseria de España en la máxima
expresión de su cotidianidad (cosa que es evidente en la representación
realista de la forma de hablar de cada personaje). Valle-Inclán nos muestra una
sociedad con el aspecto de una manzana roja y brillante, pero que está podrida
por dentro.
Esta y otras obras de la época plasman
la realidad como un espejo cóncavo, un espejo que desfigura y fragmenta las
formas de forma tal que la realidad se refleja como una caricatura monstruosa.
No existe escapatoria ante la deformación de esta imagen.
Para
producir el concepto estético de la obra, nos hemos centrado en la propuesta de
dos movimientos fundamentales en la pintura de la época junto con los cuadros
que hemos tomado como ejemplo del manejo de luces y sombras: del impresionismo
tomamos a Monet con el cuadro "San Giorgio Maggiore durante el crepúsculo",
en el cual una torre de la catedral se yergue en contraluz junto con el
expresionismo donde tomamos como ejemplo a Van Gogh con sus "Campos de
trigo", donde además de tomar el contraste del trigo apacible con el cielo
alborotado, también tomamos en cuenta la pincelada violenta de este cuadro para
aludir al esperpento.
Es
importante tomar en cuenta un concepto más antiguo, que es el de claroscuro: es
una técnica propia del dibujo y la pintura nacido durante el Renacimiento y que
se traslada a movimientos posteriores; consiste en emplear juegos de luces y sombras intensas sobre la pieza para
brindarle mayor expresividad. Esta técnica plástica fue trasladada al cine
clásico con la corriente del expresionismo, que pretendía captar la esencia de
la realidad fielmente a la interpretación del autor sin querer asociarse a una
realidad fría. Tomaremos como ejemplo el filme "Nosferatu" dirigida
por Friedrich Wilhelm Murnau.
En
el filme el contraste de luces y sombras es evidente cada vez que la figura de
Nosferatu se yergue en la pantalla. Además se utiliza un simple juego de
filtros de colores primario: amarillo para los momentos calmos y familiares,
azul para momentos de tensión y rojo para el cielo ensangrentado.
En
la pieza ocurren fenómenos más o menos similares a todo lo mencionado
anteriormente. Progresivamente la escena asa del crepúsculo a una oscuridad
mayor; hasta que no quedan más que las velas del velorio de Máximo Estrella y
la luz mortecina de la taberna. En esta pieza, el móvil que arrastra al
esperpento es el juego de luces.
Pero
no es meramente una luz plástica. Esta pieza también propone una especie de
"iluminación moral" que constantemente hace guiños a Nietszche. Se
hace referencia directa a una Europa de valores obsoletos y socavados que deben
ser restaurados en aras de progreso; se hace referencia a una sociedad
nihilista a la que —tal como lo aclama Máximo Estrella— le urge la necesidad de
resucitar a Dios. Paradógicamente, el ciego es el único que puede ver, y es esto la razón de su caída en
desgracia
Interesante apuesta hacia lo pictórico, pero no entendí cómo se transfiere a la palabra. No hay puente entre las pinturas que establecen como fuente de inspiración y los conceptos de esperpento y bagatela.
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